Benedicto XVI tuvo palabras muy duras de condena para quienes niegan el Holocausto, una actitud que no dudó en calificar de «intolerable». Y, sobre todo, anunció que visitará Israel próximamente.
El viaje del Pontífice alemán a Israel peligraba estrepitosamente tras la polémica desencadenada a raíz de que hace un mes levantara la excomunión a cuatro obispos ultraconservadores. Uno de los cuales -el británico Richard Williams- sostiene que ningún judío fue gaseado en los campos de concentración nazis.
Sin embargo, el propio Papa confirmó ayer que el viaje se realizará.«Estoy preparando la visita a Israel, Tierra Santa para los cristianos y los hebreos», anunciaba, sin precisar sin embargo una fecha.Inicialmente se barajaba que el viaje se podría realizar en mayo.
Sobre la Shoah, el Papa fue tajante. «Cualquier negación o intento de minimización de ese terrible crimen es intolerable y absolutamente inaceptable», subrayaba el Pontífice, en el encuentro que ayer mantuvo con los líderes de las principales organizaciones judías estadounidenses. Fue su primera gran prueba de fuego (superada con éxito) tras la indignación con la que la comunidad hebrea acogió la decisión del Papa de levantar la excomunión a Williamson.
Pero el Papa no sólo condenó con fuerza el negacionismo, sino que destacó que hacerlo resulta especialmente grave en el caso de un religioso. «El odio y el desprecio contra hombres, mujeres y niños que se manifestó en el Holocausto fue un crimen contra la Humanidad. Eso es algo que debe estar claro para todos, especialmente para quienes se encuentran en la tradición de las Sagradas Escrituras», aseguró Benedicto XVI. Al hacerlo, enfatizó sobre cuál es la posición oficial del Vaticano respecto al Holocausto y los campos de exterminio nazis.
«La Iglesia está profunda e irrevocablemente comprometida a rechazar todo tipo de antisemitismo y a continuar construyendo buenas y perdurables relaciones entre las dos comunidades», aseveraba el Pontífice. Al mismo tiempo, aseguraba que «ese terrible capítulo de la Historia no debe ser nunca olvidado».
«La entera humanidad siente profunda vergüenza por la salvaje brutalidad dirigida contra vuestros pueblos en aquella ocasión», indicaba Benedicto XVI dirigiéndose a los representantes judíos.El Papa se reafirmó así en su determinación de estrechar lazos con el pueblo hebreo. «La memoria de ese terrible crimen refuerza nuestra determinación de sanar las heridas que durante demasiado tiempo han ensuciado las relaciones entre cristianos y judíos», concluía.
Las palabras del Papa fueron muy bien acogidas por parte de los representantes de las principales organizaciones hebreas en Estados Unidos. «Gracias por comprender nuestro dolor y angustia y por su firmes palabras expresando incuestionable solidaridad con el pueblo judío», respondía a Benedicto XVI el rabino Marc Schneier, presidente del Congreso Americano Judío.
Scheneier reconocía que los judíos han sufrido a causa de los comentarios del obispo Williamson negando el Holocausto. «Como superviviente del Holocausto estos han sido días difíciles y dolorosos al encontrarnos con la negación del Holocausto por parte de nada menos que un obispo [...]. Las víctimas del Holocausto no nos han dado el derecho a perdonar ni a los que perpetraron el Holocausto ni a quienes lo niegan», añadía.
El viaje del Pontífice alemán a Israel peligraba estrepitosamente tras la polémica desencadenada a raíz de que hace un mes levantara la excomunión a cuatro obispos ultraconservadores. Uno de los cuales -el británico Richard Williams- sostiene que ningún judío fue gaseado en los campos de concentración nazis.
Sin embargo, el propio Papa confirmó ayer que el viaje se realizará.«Estoy preparando la visita a Israel, Tierra Santa para los cristianos y los hebreos», anunciaba, sin precisar sin embargo una fecha.Inicialmente se barajaba que el viaje se podría realizar en mayo.
Sobre la Shoah, el Papa fue tajante. «Cualquier negación o intento de minimización de ese terrible crimen es intolerable y absolutamente inaceptable», subrayaba el Pontífice, en el encuentro que ayer mantuvo con los líderes de las principales organizaciones judías estadounidenses. Fue su primera gran prueba de fuego (superada con éxito) tras la indignación con la que la comunidad hebrea acogió la decisión del Papa de levantar la excomunión a Williamson.
Pero el Papa no sólo condenó con fuerza el negacionismo, sino que destacó que hacerlo resulta especialmente grave en el caso de un religioso. «El odio y el desprecio contra hombres, mujeres y niños que se manifestó en el Holocausto fue un crimen contra la Humanidad. Eso es algo que debe estar claro para todos, especialmente para quienes se encuentran en la tradición de las Sagradas Escrituras», aseguró Benedicto XVI. Al hacerlo, enfatizó sobre cuál es la posición oficial del Vaticano respecto al Holocausto y los campos de exterminio nazis.
«La Iglesia está profunda e irrevocablemente comprometida a rechazar todo tipo de antisemitismo y a continuar construyendo buenas y perdurables relaciones entre las dos comunidades», aseveraba el Pontífice. Al mismo tiempo, aseguraba que «ese terrible capítulo de la Historia no debe ser nunca olvidado».
«La entera humanidad siente profunda vergüenza por la salvaje brutalidad dirigida contra vuestros pueblos en aquella ocasión», indicaba Benedicto XVI dirigiéndose a los representantes judíos.El Papa se reafirmó así en su determinación de estrechar lazos con el pueblo hebreo. «La memoria de ese terrible crimen refuerza nuestra determinación de sanar las heridas que durante demasiado tiempo han ensuciado las relaciones entre cristianos y judíos», concluía.
Las palabras del Papa fueron muy bien acogidas por parte de los representantes de las principales organizaciones hebreas en Estados Unidos. «Gracias por comprender nuestro dolor y angustia y por su firmes palabras expresando incuestionable solidaridad con el pueblo judío», respondía a Benedicto XVI el rabino Marc Schneier, presidente del Congreso Americano Judío.
Scheneier reconocía que los judíos han sufrido a causa de los comentarios del obispo Williamson negando el Holocausto. «Como superviviente del Holocausto estos han sido días difíciles y dolorosos al encontrarnos con la negación del Holocausto por parte de nada menos que un obispo [...]. Las víctimas del Holocausto no nos han dado el derecho a perdonar ni a los que perpetraron el Holocausto ni a quienes lo niegan», añadía.
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