domingo, 12 de julio de 2009

Serás un hombre, hijo mío (Rudyard Kipling)

Si puedes mantener la cabeza sobre los hombros cuando otros la pierden y te cargan su culpa,

Si confías en ti mismo aún cuando todos de ti dudan, pero aún así tomas en cuenta sus dudas;

Si puedes esperar sin que te canse la espera, o soportar calumnias sin pagar con la misma moneda, o ser odiado sin dar cabida al odio, y ni ensalzas tu juicio, ni ostentas tu bondad:

Si puedes soñar y no hacer de tus sueños tu guía;

Si puedes pensar sin hacer de tus pensamientos tu meta;

Si Triunfo y Derrota se cruzan en tu camino y tratas de igual manera a ambos impostores,

Si puedes tolerar que los bribones, tergiversen la verdad que has expresado y que sea trampa de necios en boca de malvados, o ver en ruinas la obra de tu vida, y agacharte a forjarla con útiles mellados:

Si puedes hacer un montón con todas tus victorias

Si puedes arrojarlas al capricho del azar,y perder, y remontarte de nuevo a tus comienzos sin que salga de tus labios una queja;

Si logras que tus nervios y el corazón sean tu fiel compañero y resistir aunque tus fuerzas se vean menguadas con la única ayuda de la voluntad que dice: “¡Adelante!”
Si ante la multitud das a la virtud abrigo,

Si aún marchando con reyes guardas tu sencillez,

Si no pueden herirte ni amigos ni enemigos,

Si todos te reclaman y ninguno te precisa;

Si puedes rellenar un implacable minuto con sesenta segundos de combate bravío,tuya es la Tierra y sus codiciados frutos,

Y, lo que es más, ¡serás un Hombre, hijo mío!

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