Famosos por sus chistes sobre cataros y templarios, esta pareja de cómicos medievales hizo las delicias de muchos monarcas y cortesanos de la época, LLegando a ser muy valorados sobre todo gracias sus perfomances en la corte papal. En un arrebato de genialidad, llegarón incluso a intercambiar sus nombres de pila para confundir a sus adversarios, por lo que en Cataluña a Gui pasó a ser Guillem del Bergueda., mientras que su compañero fue conocido en Francia como Gui de Lousingnan.
domingo, 28 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario